JOSE DOMINGO GUARIGLIA
El famoso mimo francés falleció el 22 de septiembre, pero dejó un legado invalorable. Marcel Marceau demostró que los gestos dicen más que las palabras y que de las tragedias también se puede hacer arte
"La gente que volvía de los campos de concentración no podía hablar, no sabía cómo contar. Yo me llamo Mangel y tengo orígenes judíos. Tal vez eso haya influido inconscientemente en mi elección del silencio", dijo Marcel Marceau en 1997 al periódico Le Monde.
Cada cierto tiempo aparece en los escenarios un personaje que logra expresar su arte más allá de las palabras e impactar a la gente con sus silencios. Después de Charlie Chaplin, quien mejor logró este cometido fue el mimo francés Marcel Mangel, mejor conocido como Marcel Marceau, artista polifacético que logró instalarse en el imaginario colectivo del siglo XX con su personificación de Bip, un auténtico Pierrot contemporáneo, capaz de pasar de la tristeza a la felicidad, y de la depresión a la esperanza, en un santiamén.
El pasado 22 de septiembre el mundo amaneció más triste. La noticia del fallecimiento de Marcel Marceau, de 84 años, el mimo más famoso del mundo, con habilidades para la acrobacia y la danza, recorrió los periódicos y las agencias de noticias del mundo entero, un signo indiscutible de que a pesar de los avances tecnológicos, los gestos siguen siendo la forma más básica y directa de comunicación entre las personas. Las causas de su fallecimiento no fueron reveladas a la opinión pública.
El heredero de Chaplin
Marcel Marceau nació el 22 de marzo de 1923 en Estrasburgo, Francia, en pleno período interbélico, cuando Europa trataba de recuperarse de los estragos causados por la Primera Guerra Mundial. Era hijo de un carnicero de nombre Charles Mangel, quien influyó en el gusto de su hijo por la música y las artes.
Durante su infancia, recibió la influencia de actores del cine mudo como Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harry Langdon, Harold Lloyd, y Laurel & Hardy. Ellos lo motivaron a que en 1944, luego de la liberación de París, iniciara estudios de Pantomima en la Escuela de Arte Dramático "Charles Dullin" del Teatro Sarah Bernhardt en París, bajo la tutoría del profesor Etienne Decroux.
En 1946, al terminar la Segunda Guerra Mundial, trabajó con la Compañía de Madeleine Renaud y Jean-Louis Barrault e interpretó el papel del Arlequín en la obra Baptiste. Este fue su primer rol como mimo profesional. El año siguiente crearía uno de sus personajes más reconocidos, Bip, el payaso tragicómico y quijotesco de pantalones anchos, camisa a rayas, cara blanca, ojos tristes y que llevaba un sombrero con una rosa roja. Este particular ser lo acompañó durante 60 años sobre los escenarios.
Marceau también logró fundar su propia compañía de pantomima en el año 1948. Para aquella época se trataba de la única en el mundo, con la cual preparó 26 mimodramas que se presentaron con éxito en Europa, Norteamérica y Suramérica. Luego dirigió la Escuela Internacional de Mimo entre 1969 y 1971, la cual dio paso, siete años después, a la creación de la Escuela Internacional de Mimodrama, en compañía de algunos de sus discípulos.
Premios que hablan por sí solos
La fama de Marcel Marceau repuntó desde 1955 cuando se presentó por primera vez en Norteamérica en una gira de seis meses. Estados Unidos le abrió las puertas y permitió que cosechara un éxito arrollador. Hasta el mismo rey del pop, Michael Jackson, lo tomó como ejemplo para preparar su característica “caminata lunar”. Desde entonces, la carrera de Marceau se disparó con decenas de apariciones cinematográficas, y con la obtención de dos premios Emmy por los programas de televisión The Maurice Chevalier Show y Laugh In.
Norteamérica lo honró con doctorados honorarios de la Universidad de Princeton, la Universidad del Estado de Ohio, el Linfield College, y la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
El Gobierno francés le confirió durante su vida los honores más grandes que se le pueden otorgar a un artista: Oficial de la Legión de Honor, Comendador de las Artes y las Letras y Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito. Este hombre, que realizaba 120 gestos y movimientos en sus espectáculos, fue miembro de la Academia de Artes en Berlín, de la Academia de Artes de Munich, y del Instituto de Francia.
Marceau recibió las llaves de las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y San Juan. En Venezuela se le otorgó la Orden Generalísimo Francisco de Miranda en octubre de 1996.
Dos años antes de su muerte realizó una gira especial de despedida por Latinoamérica que lo llevó a Cuba, Colombia, Chile y Brasil. Sus últimas presentaciones en Venezuela fueron en Caracas, Maracaibo y Valencia, en marzo de 2005.
Marcel Marceau trabajó con un lenguaje internacional, donde las barreras idiomáticas no existen. He allí la clave de su éxito.
Una vida signada por la guerra
La guerra marcaría la vida y la carrera de Marceau, quien pertenecía a una tradicional familia judía. En el momento en que los alemanes invadieron el oriente de Francia, Marcel y su familia debieron huir al suroeste del país, y él cambió su apellido hebreo Mangel a Marceau para evitar que lo reconocieran como judío.
En un especial para la televisión francesa, titulado El retrato: Marcel Marceau, el mimo comentó: “comencé a practicar mi arte cuando la guerra terminó. No se puede hacer teatro durante la guerra porque es un teatro terrible. Hoy en día cuando veo documentales sobre la guerra que yo mismo viví, digo: ¡Dios mío, qué valor se tiene cuando se es joven! Ya no quiero la guerra, detesto la guerra y lo muestro en el teatro de otra manera”.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Marceau sobrevivió a la invasión nazi en Francia y trabajó para proteger a los niños judíos del holocausto. Tanto Marcel como su hermano, Alain, alteraron las fechas de nacimiento que aparecían en las identificaciones de varios niños para que los alemanes creyeran que eran más pequeños y no los deportaran. Su padre, Charles, no tuvo la misma suerte, pues en 1944 lo reclutaron y lo llevaron al campo de concentración de Auschwitz, donde falleció. Marcel participó en la campaña alemana, al lado de los estadounidenses, y realizó varias representaciones para las tropas aliadas.
Curiosidades de Marcel Marceau
- Su papel cinematográfico más famoso fue en la película muda La última locura, de 1976, en la cual pronuncia la única palabra del largometraje que, casualmente, fue la única que expresó en todas sus actuaciones: "No".
- Trabajó en la película Barbarella, al lado de Jane Fonda en 1968.
- Interpretó 17 personajes distintos en el programa de la BBC A Christmas Carol, en 1973.
- En el acto Juventud, madurez, vejez y muerte, mostraba las fases de la vida en sólo unos cuantos minutos. Fue una de sus actuaciones más elogiadas por la crítica.
- En 1948 recibió el prestigioso premio Deburau, que reconoce a quienes se destacan en la mímica.
- Desde 2002 fue Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento.
- Al comenzar la Segunda Guerra Mundial se dedicó al estudio de las artes decorativas y de la pintura en porcelana. Pintaba acuarelas y dibujaba con frecuencia.
"La gente que volvía de los campos de concentración no podía hablar, no sabía cómo contar. Yo me llamo Mangel y tengo orígenes judíos. Tal vez eso haya influido inconscientemente en mi elección del silencio", dijo Marcel Marceau en 1997 al periódico Le Monde.
Cada cierto tiempo aparece en los escenarios un personaje que logra expresar su arte más allá de las palabras e impactar a la gente con sus silencios. Después de Charlie Chaplin, quien mejor logró este cometido fue el mimo francés Marcel Mangel, mejor conocido como Marcel Marceau, artista polifacético que logró instalarse en el imaginario colectivo del siglo XX con su personificación de Bip, un auténtico Pierrot contemporáneo, capaz de pasar de la tristeza a la felicidad, y de la depresión a la esperanza, en un santiamén.
El pasado 22 de septiembre el mundo amaneció más triste. La noticia del fallecimiento de Marcel Marceau, de 84 años, el mimo más famoso del mundo, con habilidades para la acrobacia y la danza, recorrió los periódicos y las agencias de noticias del mundo entero, un signo indiscutible de que a pesar de los avances tecnológicos, los gestos siguen siendo la forma más básica y directa de comunicación entre las personas. Las causas de su fallecimiento no fueron reveladas a la opinión pública.
El heredero de Chaplin
Marcel Marceau nació el 22 de marzo de 1923 en Estrasburgo, Francia, en pleno período interbélico, cuando Europa trataba de recuperarse de los estragos causados por la Primera Guerra Mundial. Era hijo de un carnicero de nombre Charles Mangel, quien influyó en el gusto de su hijo por la música y las artes.
Durante su infancia, recibió la influencia de actores del cine mudo como Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harry Langdon, Harold Lloyd, y Laurel & Hardy. Ellos lo motivaron a que en 1944, luego de la liberación de París, iniciara estudios de Pantomima en la Escuela de Arte Dramático "Charles Dullin" del Teatro Sarah Bernhardt en París, bajo la tutoría del profesor Etienne Decroux.
En 1946, al terminar la Segunda Guerra Mundial, trabajó con la Compañía de Madeleine Renaud y Jean-Louis Barrault e interpretó el papel del Arlequín en la obra Baptiste. Este fue su primer rol como mimo profesional. El año siguiente crearía uno de sus personajes más reconocidos, Bip, el payaso tragicómico y quijotesco de pantalones anchos, camisa a rayas, cara blanca, ojos tristes y que llevaba un sombrero con una rosa roja. Este particular ser lo acompañó durante 60 años sobre los escenarios.
Marceau también logró fundar su propia compañía de pantomima en el año 1948. Para aquella época se trataba de la única en el mundo, con la cual preparó 26 mimodramas que se presentaron con éxito en Europa, Norteamérica y Suramérica. Luego dirigió la Escuela Internacional de Mimo entre 1969 y 1971, la cual dio paso, siete años después, a la creación de la Escuela Internacional de Mimodrama, en compañía de algunos de sus discípulos.
Premios que hablan por sí solos
La fama de Marcel Marceau repuntó desde 1955 cuando se presentó por primera vez en Norteamérica en una gira de seis meses. Estados Unidos le abrió las puertas y permitió que cosechara un éxito arrollador. Hasta el mismo rey del pop, Michael Jackson, lo tomó como ejemplo para preparar su característica “caminata lunar”. Desde entonces, la carrera de Marceau se disparó con decenas de apariciones cinematográficas, y con la obtención de dos premios Emmy por los programas de televisión The Maurice Chevalier Show y Laugh In.
Norteamérica lo honró con doctorados honorarios de la Universidad de Princeton, la Universidad del Estado de Ohio, el Linfield College, y la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
El Gobierno francés le confirió durante su vida los honores más grandes que se le pueden otorgar a un artista: Oficial de la Legión de Honor, Comendador de las Artes y las Letras y Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito. Este hombre, que realizaba 120 gestos y movimientos en sus espectáculos, fue miembro de la Academia de Artes en Berlín, de la Academia de Artes de Munich, y del Instituto de Francia.
Marceau recibió las llaves de las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y San Juan. En Venezuela se le otorgó la Orden Generalísimo Francisco de Miranda en octubre de 1996.
Dos años antes de su muerte realizó una gira especial de despedida por Latinoamérica que lo llevó a Cuba, Colombia, Chile y Brasil. Sus últimas presentaciones en Venezuela fueron en Caracas, Maracaibo y Valencia, en marzo de 2005.
Marcel Marceau trabajó con un lenguaje internacional, donde las barreras idiomáticas no existen. He allí la clave de su éxito.
Una vida signada por la guerra
La guerra marcaría la vida y la carrera de Marceau, quien pertenecía a una tradicional familia judía. En el momento en que los alemanes invadieron el oriente de Francia, Marcel y su familia debieron huir al suroeste del país, y él cambió su apellido hebreo Mangel a Marceau para evitar que lo reconocieran como judío.
En un especial para la televisión francesa, titulado El retrato: Marcel Marceau, el mimo comentó: “comencé a practicar mi arte cuando la guerra terminó. No se puede hacer teatro durante la guerra porque es un teatro terrible. Hoy en día cuando veo documentales sobre la guerra que yo mismo viví, digo: ¡Dios mío, qué valor se tiene cuando se es joven! Ya no quiero la guerra, detesto la guerra y lo muestro en el teatro de otra manera”.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Marceau sobrevivió a la invasión nazi en Francia y trabajó para proteger a los niños judíos del holocausto. Tanto Marcel como su hermano, Alain, alteraron las fechas de nacimiento que aparecían en las identificaciones de varios niños para que los alemanes creyeran que eran más pequeños y no los deportaran. Su padre, Charles, no tuvo la misma suerte, pues en 1944 lo reclutaron y lo llevaron al campo de concentración de Auschwitz, donde falleció. Marcel participó en la campaña alemana, al lado de los estadounidenses, y realizó varias representaciones para las tropas aliadas.
Curiosidades de Marcel Marceau
- Su papel cinematográfico más famoso fue en la película muda La última locura, de 1976, en la cual pronuncia la única palabra del largometraje que, casualmente, fue la única que expresó en todas sus actuaciones: "No".
- Trabajó en la película Barbarella, al lado de Jane Fonda en 1968.
- Interpretó 17 personajes distintos en el programa de la BBC A Christmas Carol, en 1973.
- En el acto Juventud, madurez, vejez y muerte, mostraba las fases de la vida en sólo unos cuantos minutos. Fue una de sus actuaciones más elogiadas por la crítica.
- En 1948 recibió el prestigioso premio Deburau, que reconoce a quienes se destacan en la mímica.
- Desde 2002 fue Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento.
- Al comenzar la Segunda Guerra Mundial se dedicó al estudio de las artes decorativas y de la pintura en porcelana. Pintaba acuarelas y dibujaba con frecuencia.