31.10.08

¡Y llegaron los 23!



Mañana es mi cumpleaños.


No sé por qué, pero siempre he odiado esta fecha. Te recuerda que el tiempo está pasando y que has dejado de hacer ciertas cosas durante el último año que te habrían ayudado a crecer, por esa manía que tenemos los seres humanos de dejarlo todo para después.


Cada cumpleaños es como ese llamado a tierra que te recuerda que el tiempo pasa, que tienes que vivir a plenitud cada hora, minuto, segundo, porque todos saben cuándo comienza el viaje, pero no cuándo termina.


Casualmente ayer estábamos hablando sobre eso en el trabajo. Tengo la fortuna de trabajar con personas más o menos contemporáneas. Todos estamos en los 20 y uno que otro ya llegó a los 30. La conclusión a la que arribamos fue que ésta es la época para la independencia, el momento de las decisiones difíciles, pero de pensar exclusivamente en nosotros, no en hijos ni en responsabilidades ajenas.


El momento cumbre llegó cuando les pregunté qué edad me calculaban. Algunos dijeron 28, otros 27, los más cercanos 25. Lo cierto es que estoy cumpliendo 23. Vale decir que esto aumentó un poco mi angustia y depresión.


Hace poco vi una película mexicana que me impactó, no por su trama ni por sus encuadres, ni su fotografía, sino por su mensaje. Se llama "Efectos Secundarios" y trata de un grupo de ex compañeros de clase que se reencuentran después de 12 años de graduados, cuando ya todos están rondando los 30 años.


La película termina con una serie de consejos para cumplir los 30, que sin embargo, me parece que aplican para cualquier edad y que me han servido de mucho. Aquí los dejo:


-Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala. Eres el que eres. Y después de todo, no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda


- Tira el equipaje de sobra. El viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia adelante. Y además jode la espalda


- No sigas modas. En diez años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso, de todas maneras


- Besa a tantos como puedas. Deja que te rompan el corazón. Enamórate, Date en la madre, y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero. Quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quién te lo quita


- Come frutas y verduras. Neta, vete acostumbrando a que no vas a poder tragar garnachas toda la vida


- Equivócate. Cambia. Intenta. Falla. Reinvéntate. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De veras, no pasa nada. Sobre todo si no haces nada


- Prueba otros sabores de helado. Otras cervezas, otras pastas de dientes


- Arranca el coche un día, y no pares hasta que se acabe la gasolina


- Empieza un grupo de rock. Toma clases de baile. Aprende italiano. Invéntate otro nombre. Usa una bicicleta


- Perdona. Olvida. Deja ir


- Decide quién es imprescindible. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad, y más necesitas quien sepa quién eres realmente sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos. Cuídalos y mantenlos cerca


- Aprende que no vas a aprender nada. Pero no hay examen final en esta escuela. Ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios


Feliz Cumpleaños, viejo. Bienvenido al resto de tu vida.

3.10.08

Caracas violenta

No suelo publicar noticias en mi blog, pero encontré ésta que, lógicamente, me llamó la atención y creo que debería servir para que reflexionemos sobre el país en el que estamos viviendo.


Quisiera saber dónde están las autoridades que deberían velar por la seguridad de todos los venezolanos. Lo peor es que los habitantes de este país parecen haberse resignado a vivir en un territorio donde reina la anarquía y la violencia.


Nos hemos ganado, tristemente, la medalla de oro a la impunidad.



Caracas encabeza lista de las ciudades con mayores índices de "violencia brutal y homicida"


La capital de Venezuela, con 3,2 millones de habitantes tiene una tasa de 130 homicidios por cada 100.000 residentes, según las estadísticas oficiales.


EFE




Caracas encabeza la lista de las cinco ciudades con los índices más altos de "violencia brutal y homicida", según un artículo publicado la revista Foreign Policy.


La capital de Venezuela, con 3,2 millones de habitantes tiene una tasa de 130 homicidios por cada 100.000 residentes, según las estadísticas oficiales, señaló la revista.


Le siguen, según el artículo, Ciudad del Cabo en Sudáfrica, con una tasa de homicidios de 62 por cada 100.000 habitantes; Nueva Orleans en EE.UU. con tasas que van de 67 a 95 por cada 100.000; Moscú con una tasa de homicidios de 9,6 por cada 100.000 habitantes, y Port Moresby en Papua Nueva Guinea con una tasa de 54 por cada 100.000 habitantes."


La capital del país de (el Presidente Hugo) Chávez se ha tornado en años recientes mucho más peligrosa que cualquier ciudad suramericana, superando aún a la otrora notoria Bogotá", indicó."Para peor las estadísticas oficiales de homicidio en la ciudad son muy inadecuadas porque omiten los crímenes vinculados con prisiones al igual que las muertes que el Estado nunca llega a 'categorizar' apropiadamente", según Foreign Policy.


Las cifras oficiales caraqueñas tampoco cuentan a quienes mueren "cuando se resisten al arresto", lo cual según la revista "indica que los policías de Caracas, ya famosos por su brutalidad contra los estudiantes en protestas, acomodan las cifras".


"Muchos acusan a El Presidente, cuyo gobierno no ha encarado las crecientes tasas de crimen violento en el país. De hecho, desde que Chávez llegó al gobierno en 1998 la tasa oficial de homicidios en Venezuela ha subido un 67%, debido principalmente a la violencia de las pandillas y el tráfico de drogas", concluyó la revista.


En tanto, hoy fueron encontrados dos brazos flotando en un río de Caracas, informó la prensa local, lo que es una muestra de los altos índices de violencia que en la capital venezolana se viven. Según varios diarios caraqueños, el hallazgo lo realizaron funcionarios de un módulo policial ubicado en la ribera del río Guaire que sospecharon al ver un grupo zamuros (aves de rapiña) en el cauce y se acercaron a investigar.


Los brazos, localizados a unos cien metros el uno del otro, aparecieron con "marcas de ataduras en las muñecas y estaban cercenados a la altura de los hombros", por lo que se presupone que fueron lanzados juntos al río.


La policía presume que los brazos pertenecían a una mujer ya que uno de ellos llevaba un anillo. A pesar de extender la búsqueda por el río, miembros de los cuerpos policiales y de bomberos de Caracas no encontraron otras partes del cuerpo.