23.11.10

Venezuela: paese multipolare?

Durante i quasi 12 anni di governo di Hugo Chávez, il Venezuela si é aperto a nuovi mercati non tradizionali come Iran, Bielorussia, Russia e Siria, con i quali ha instaurato anche un legame di natura ideologica. Ciononostante, il paese continua ad essere uno dei principali esportatori di petrolio verso gli Stati Uniti, il suo piú grande avversario politico
JOSE DOMINGO GUARIGLIA

“Il mondo unipolare non esiste piú e il nuovo sistema mondiale verrá costruito da Venezuela, Siria, Iran, Bielorussia, Italia e Russia”, ha detto il presidente del Venezuela, Hugo Chávez, durante una visita alla Russia l’11 settembre 2009.

La frase, fortemente diffusa dai media dell’America Latina, rivela la nuova tendenza del Governo venezuelano nell’ambito delle relazioni internazionali. Il Venezuela, un paese sudamericano di circa 28 milioni di abitanti, monoproduttore e monoesportatore di energia e combustibile, é alla ricerca di nuovi mercati e alleanze con paesi non tradizionali per il mondo Occidentale.

Si tratta di una strategia basata sullo scambio commerciale ed ideologico, mirata a garantire la sopravvivenza delle due parti nella scena internazionale attraverso il trasferimento di capacità energetica e dotazione di armi. Tale strategia si accompagna ad una forte critica al sistema capitalista ed agli Stati Uniti come “potenza imperiale”.

Sebbene fin dall’inizio del suo Governo, verso la fine del 1998, Chávez abbia iniziato un discorso antimperialista ed anticapitalista, il sistema di alleanze e accordi commerciali con paesi noti in tutto il mondo per il non rispetto del diritto internazionale ha suscitato forte allarme nella comunitá internazionale.

Lo scorso 11 novembre il ministro degli Affari Esteri del Venezuela, Nicolás Maduro, é rientrato a Caracas dopo una visita in diversi paesi euroasiatici, durante la quale sono stati firmati e rafforzati accordi bilaterali strategici.


Per leggere il resto visita: http://think.iulm.it/2010/11/venezuela-paese-multipolare/

23.8.10

La "Ciudad Podrida" causa polémica



JOSÉ DOMINGO GUARIGLIA

La última semana circuló con insistencia por YouTube y las redes sociales el más reciente video de Onechot, artista venezolano, ex integrante del exitoso grupo de reggae Papashanty SoundSystem. Las razones se encuentran en la posibilidad de que el Gobierno Nacional les abra una investigación tanto a Onechot como al equipo realizador del video por presuntamente mostrar "imágenes amarillistas de violencia" en Caracas.

Esta información fue revelada por la periodista Tania Díaz en su programa Dando y Dando, que transmitió VTV el pasado miércoles.

Tal como afirma la tradición popular, las cosas prohibidas se vuelven más atractivas. Inmediatamente, miles de personas que desconocían quién era Onechot o de qué trataba la canción Rotten Town (Ciudad Podrida), comenzaron a buscarla en Google y Youtube y a compartirla en Facebook y Twitter.

En Rotten Town, Onechot muestra la imagen de una ciudad sumida en la banalidad, una sociedad que se refugia en la superficialidad mientras es asesinada en las calles, una civilización con valores distorsionados donde cada uno de sus integrantes puede ser la próxima víctima.

El mensaje al final termina siendo esperanzador. Sólo la inocencia y la voluntad de los jóvenes podrán acabar con el círculo vicioso de la violencia.

"Es una canción que tiene un mensaje muy fuerte que llama a la reflexión, un manifiesto para parar la violencia y que nos enseña a asumir que todos somos culpables de lo que pasa en el país", dijo Onechot el martes durante la presentación de su clip en un local en La Castellana.

El vídeo, por razones obvias entre las que se incluyen la Ley Resorte, no puede ser mostrado por televisión, pero en pleno siglo XXI, esto no impide que llegue a las masas. No hay censura que oculte lo que ocurre en las calles, la realidad que afecta a miles de ciudadanos de la otrora sucursal del cielo, ahora devenida en "Embajada del Infierno", según Onechot.

Miren el vídeo y juzguen por ustedes mismos





LETRA DE ROTTEN TOWN

Tonight some where blood a go run,


Tonight a dauther will die tonight will die a song

Tonight mami have fi cry alone at home

Cause a Shatta lost a bullet from his gun



Blood a go run, Blood a go run

Bloody river you have fi cross, to get in babywrong

Shatta, take all machine gun down, duppy!

Tonight beware, someone will die somewhere



They live in a Rotten city, Rotten Town

Some one wants to put my head deep down underground

They live in a Rotten city, Rotten Town

Blow your head off, shattaman blow your head off

(BIS)



Let me introduce you to Caracas, embassy of hell


land of murderers and shattas


Hundred people die every week


we nuh live in war


country is full of freaks


We have more death than Pakistan


Libano, Kosovo, Vietnam and Afganistan


We have planty mafia


we have planty Don


and we have some crazys killars with the fast machine guns



They live in a Rotten city...



Too much blood comes around

And Babylon system try to study my ground

Too much blood goes around

And wicked system try to study my ground

23.5.10

Roger Hodgson encendió la alegría y la nostalgia en Caracas


JOSÉ DOMINGO GUARIGLIA

Especial para Globovisión
Traducción al inglés aquí


Tardó una hora en llenarse, pero lo hizo. El anfiteatro del Sambil estuvo repleto este jueves 20 de mayo para recibir a Roger Hodgson, la leyenda del rock británico, el hombre al que definen como “voz y alma de Supertramp”, la banda que logró colarse en el gusto de tres generaciones y vender más de 60 millones de discos.

A 15 meses de su primera visita al país, Hodgson, de 60 años, logró repetir la hazaña. No sólo llenó el anfiteatro sino que dejó extasiados a los fanáticos y curiosos que decidieron acudir a su presentación, enmarcada en la gira que el artista realiza por varios países de América Latina y Europa y que tiene una segunda fecha en Venezuela este 21 de mayo en el Hotel Intercontinental de Valencia.

A las 9 de la noche, las luces del anfiteatro del Sambil Caracas se apagaron y apareció en escena el artista, vestido con un pantalón negro, camisa blanca manga larga y un chaleco negro y dorado. Desprovisto de grandes escenografías y artilugios visuales, el gran atractivo de Hodgson es su talento, la alegría que se refleja en su música y su empatía con el público.

Hodgson disparó rápidamente el entusiasmo de la fanaticada con uno de sus temas más famosos: Take the Long Way Home. El ánimo permanecería arriba con el segundo éxito de la noche, Give a Little Bit, que daría paso a la calmada Lovers in the Wind. El repertorio final incluía 17 temas de su autoría que fueron interpretados durante casi dos horas, con un sonido impecable, para un público caraqueño que iba desde los 40 hasta los 60 años, en su mayoría.

Con las tres primeras canciones, y en medio de luces azules, violetas y naranjas, el británico hizo gala de su maestría no sólo con el canto, sino también con el teclado, la guitarra y el piano. Tan sólo cuatro músicos –uno de los cuales también fungía como corista- fueron suficientes para traer a la memoria de los asistentes los grandes éxitos de Supertramp en un escenario íntimo, pero a la vez abierto y con un clima fresco.

Entre cada canción, Hodgson hacía comentarios en un inglés perfectamente entendible, con lo que afianzó aún más su vínculo con el público. Reveló la importancia que para él tiene ayudar a las personas a través de sus canciones e inició el tema Hide in your Shell, fuertemente coreado por la gente.

Un silbido acompañado por el de un público embelesado dio paso a Easy Does It. En este punto ya los asistentes –muchos de los cuales habían asistido a la primera fecha en febrero de 2009- se habían entregado al artista.

En A Soapbox Opera el artista demostró su amplio rango vocal y sus extraordinarios agudos, mientras que con su recordado éxito Breakfast in America –que el cantautor dijo que podría llamarse perfectamente Breakfast in Venezuela- puso a cantar hasta a los más jóvenes, que eran minoría en el recinto.

Otro tema clásico, Logical Song, despertó los aplausos y sirvió de entrada a un medley con los temas Only Because of You y Lord Is It Mine, que el artista reconoció como sus favoritos.

Hodgson incluyó en su repertorio un nuevo tema, que según explicó, aún no ha grabado, y que habla sobre el perdón. Le siguieron Don’t Leave me Now, el superéxito Dreamer, que fue el tema más aplaudido por el público y que produjo una ovación de más de un minuto, y el tema pseudo instrumental Fool’s Overture, al cabo del cual tanto el artista como los músicos se retiraron del escenario.

Pero la insistencia del público fue tal que tuvieron que regresar para cerrar con broche de oro la velada con la interpretación de School y el clásico It’s raining again, que muchos habían solicitado con anterioridad y para el que el cantante pidió que todos se pusieran de pie, no sin antes prometer que volvería quizás el año que viene.

Desde su separación de Supertramp en 1983, Hodgson ha interpretado en solitario los temas que él compuso para la banda, tras llegar a un acuerdo con el otro integrante del grupo, Rick Davies.

Con el pasar del tiempo, Roger Hodgson demostró que los prodigios de la música pueden labrarse su propia fama sin usar las fórmulas preconcebidas, y con un repertorio que mezcla tanto lo alternativo con lo comercial de una forma inteligente para crear la banda sonora de muchos, superando las barreras culturales y temporales.

Video de su presentación en Caracas

25.4.10

Crítica cinematográfica: Preciosa

JOSÉ DOMINGO GUARIGLIA



“La vida es dura, la vida es corta, la vida es dolorosa, la vida es rica, la vida es…PRECIOSA”



Así culmina el tráiler de la más reciente película del director Lee Daniels, protagonizada por Gabourey Sidibe, Mo’Nique, Lenny Kravitz y Mariah Carey.


Preciosa está basada en la novela Push de Sapphire y narra la historia de Clarice Precious Jones, una joven negra y obesa, de 16 años y casi analfabeta, que vive en un barrio pobre de Harlem y debe enfrentarse todos los días a la descomposición social que la circunda.
Además de soportar los insultos y maltratos de una resentida madre, Precious también sufre múltiples abusos sexuales por parte de su padre, de quien sale embarazada en dos oportunidades.


Con un segundo embarazo en progreso y tras las fuertes presiones sociales, Precious se ve obligada a abandonar la escuela regular y entrar en un programa de educación especial, desobedeciendo los consejos de sus madre que le pedía que ingresara como beneficiaria en el servicio social.

Para protegerse de su triste y cruel vida, Precious se desconecta del mundo y visualiza, a manera de flashes, sus sueños convertidos en realidad. Precious quisiera estar en la portada de una revista, ganar premios, ser una estrella de la música y conseguir un novio.

En su nuevo instituto conoce a la maestra Rain (Paula Patton), quien, con la ayuda de una trabajadora social interpretada por Mariah Carey, ayuda a Precious a recuperar su dignidad y el rumbo de su vida.

La película se ha convertido en un éxito de taquilla y de crítica. Las actuaciones son impecables. Los personajes protagónicos interpretados por Sibide y Mo’Nique le imprimen fuerza y credibilidad a la trama, pero también los personajes secundarios se vuelven vitales en el desarrollo de la historia.

Destacan las actuaciones de Mariah Carey y Lenny Kravitz, estrellas de la música prestadas a la actuación que realizan un excelente desempeño en pantalla. Se desvisten de su carácter de estrellas y se ajustan a la historia como una pieza más, como un engranaje que ayuda a que avance el hilo de la trama.

La película obtuvo importantes reconocimientos en los festivales de Sundance, Cannes y Toronto, así como en el Oscar, donde Mo’Nique obtuvo el galardón a Mejor Actriz de Reparto y Gabourey Sidibe fue nominada en la categoría de Mejor Actriz. Ahí compitió con la veterana Meryl Streep y la talentosa Sandra Bullock, quien finalmente ganó la estatuilla.

Preciosa es una película que deja en el público muchas sensaciones diversas. Para algunos es desagradable toparse con una narración tan directa y tajante de lo más bajo de nuestra sociedad. Para otros, se trata de una crítica social necesaria si se quiere avanzar en la búsqueda de soluciones para una sociedad que reclama que se le preste cada vez más atención precisamente a lo “social”.


En todo caso, siempre deja esa sensación de esperanza, de que no todo está perdido y de que al final la vida sí puede ser PRECIOSA


Ficha técnica

 

Dirección: Lee Daniels
Guión: Geoffrey Fletcher
Elenco: Gabourey Sidibe, Mo’Nique, Paula Patton, Mariah Carey, Lenny Kravitz
Compañía productora: Distribution Company
Año: 2009
Sitio web: www.weareallprecious.com
Puntuación: 5/5



Trailer con subtítulos:

23.4.10

Cuidemos el Planeta





Velo también en:

http://www.youtube.com/watch?v=Ep9MFiWXR8M&feature=topvideos

22.4.10

Reportaje de El País: Caracas, una guerra sin nombre


El pasado 18 de abril el diario El País publicó el siguiente reportaje y me parece muy interesante que tanto los venezolanos como los extranjeros lo lean. Es una muestra de la decadencia moral de una sociedad que lo tenía todo para triunfar y que se dejó perder en la corrupción, la delincuencia y la pobreza.
Atrás quedó la Caracas próspera y con visión de futuro.


Espero sus comentarios

 
Caracas, una guerra sin nombre


GERARDO ZAVARCE


La capital de Venezuela se ha convertido en una de las ciudades más violentas de América Latina. Hasta 127 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes. Millones de armas en los barrios. Bandas, venganzas, familias destruidas. Un trágico panorama para el que no es fácil encontrar explicaciones ni respuestas.


Caracas es una ciudad sangrante. De sus edificios brotan ríos de sangre, de sus montañas brotan ríos de sangre, de sus casas brotan ríos de sangre. La sangre fluye por sus calles y avenidas, forma un caudaloso torrente que tiñe de rojo el asfalto y traza un peculiar camino, por donde no sólo los cuerpos, sino la ciudad toda y sus ciudadanos se diluyen y se desdibujan.


"La violencia que se vive en las calles de la ciudad de Caracas fluye por todos los intersticios de su entramado social", explica Nelson Garrido, fotógrafo venezolano, premio Nacional de Artes Plásticas, que aborda desde hace años la violencia como fenómeno de orden estético y social. "Se trata de una violencia capilar que regularmente pretende ocultarse a través de los pliegues cosmopolitas de una pretendida utopía de ciudad moderna. En Venezuela, particularmente en la ciudad de Caracas, vivimos ahogados por múltiples formas de violencia: violencia política, violencia de género, violencia intrafamiliar, violencia social, violencia económica. Y estas manifestaciones de la violencia rigen y condicionan nuestras vidas. Nosotros como sociedad no podemos seguir apelando a esconder y ocultar esta situación. Su ocultamiento no es sino una forma depurada y cínica que utiliza la propia violencia, sea cual sea y venga de donde venga, para continuar con sus prácticas de aniquilamiento de los modos de convivencia".


La violencia en América Latina en la actualidad se identifica como un fenómeno esencialmente urbano, asociado a las grandes ciudades. Desde hace aproximadamente dos décadas, en el caso particular de la ciudad de Caracas, la tasa de homicidios comenzó a generar señales de alarma. Y en los últimos diez años su incremento ha resultado notable.


En el año 2008 fueron registrados 14.467 homicidios en toda Venezuela, según el Informe anual sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, publicado por el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea). Por contraste, en los últimos diez años, la tasa de homicidios en otras ciudades latinoamericanas tradicionalmente asociadas a la violencia -São Paulo, Río de Janeiro, Medellín y Bogotá- ha disminuido considerablemente. Hoy en día la capital de Colombia posee una tasa seis veces inferior a la de Caracas, que pasó de 63 homicidios por 100.000 habitantes en 1998 a 127 en 2008.


"Hace unos años Venezuela no aparecía en los anales de violencia y hoy en día es, junto con El Salvador, uno de los dos países más violentos de América Latina", señala el director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León. "Más que Colombia y mucho más que Brasil y México, naciones con las cuales solíamos compararnos en estas contabilidades. Caracas es, con creces, la capital más violenta de América Latina".


A pesar de la contundencia de estas cifras sobre inseguridad y violencia en Venezuela, se trata de proyecciones moderadas y conservadoras. No incluyen los casos etiquetados como resistencia a la autoridad y muertes a determinar. Lo que significa que, en la realidad, las cifras sobre homicidios pueden ser superiores a las que actualmente se muestran, tal como advierte Provea.


Las estadísticas no hacen sino confirmar el estado de excepción permanente que coloca al país y a Caracas -su principal ciudad- bajo la sombra de un sentimiento de inseguridad y miedo generalizado. En septiembre de 2009, el 57% de los venezolanos consideraba la inseguridad como el principal problema del país, por encima de la escalada inflacionaria, la diatriba política, el desempleo y la escasez de vivienda.


Pero, más allá de las cifras, los estudios y las estadísticas comparativas, estos números representan una tragedia colectiva. Así lo expresó Roberto Briceño León: "Una gran tragedia para la sociedad, para las familias. Porque si en el año 2009 nosotros hablamos de 16.000 homicidios, bajo las cifras más conservadoras, entonces son 16.000 familias en el país enlutadas. Además, hay más de 180.000 personas que han sido heridas, que no han muerto, pero igualmente padecen y son víctimas de la violencia. Entonces yo no tengo duda en calificar esto como una gran tragedia, un drama que vive la sociedad venezolana".


Carlos Rojas tenía 19 años y era mototaxista. Vivía con su madre en un sector conocido como La Dolorita de Petare, que forma parte de la extensión de barrios (así se conoce en Venezuela a las favelas) más grande de Caracas y la segunda de América Latina, con más de un millón de habitantes. Era un "chamo sano", un muchacho que no se metía en líos ni andaba por la mala vida. El 27 de septiembre de 2008, un malandro (delincuente) lo asesinó a tiros, en hora punta y enfrente de un módulo policial. Según parece, el asesino estaba celoso porque Carlos tenía una cliente fija con la que presumía que flirteaba. Por eso lo mató. Carlos tenía un hijo, y su novia, Karen, de 18 años, estaba embarazada del segundo cuando Carlos fue asesinado.


El caso, por el hecho de que Carlos fuera un muchacho "sano" y por haberse producido el asesinato frente al módulo policial, causó una pequeña revuelta en el barrio. Los vecinos quemaron el módulo policial y, en varios días de protestas, exigieron que compareciera el ministro. Finalmente acudió un portavoz oficial, que prometió más seguridad.


Pero eso no devolvió su hijo a Teresa Osorio, de 48 años. "Sólo me queda un hijo", explicaba días después del asesinato. "Yo ya tengo dos hijos muertos. Hace 14 años me mataron a mi hijo mayor, me lo mataron para robarle unos zapatos. No creo en la justicia, pero estoy haciendo lo posible para que ese tipo pague. Porque con mi hijo mayor no se hizo justicia. Detuvieron al asesino, pero al poco tiempo salió por falta de pruebas. Eso se olvida, eso es pura política, eso no sirve. Olvídate. Es horrible vivir lo mismo. Lo mismo o peor, porque ni sé por qué lo mataron. Tener dos hijos muertos es fuerte. Pero aquí hay mucha gente que tiene dos y tres hijos muertos".


La trama de la violencia desdibuja todas aquellas visiones que hacen de la sociedad venezolana un paisaje bucólico de postal turística, una tierra de gracia y de riquezas petrolíferas. La tragedia venezolana puede consistir en haber creído a ciegas durante muchos años que nunca hubo tragedia.


"No podemos hablar de causas de la violencia. Hay que hablar de circunstancias, de factores, de tendencias que confluyen, que se juntan y que permiten comprender un fenómeno determinado". Así se expresa Alejandro Moreno, sacerdote salesiano, quien dirige el Centro de Investigaciones Populares (CIP), equipo de trabajo que se ha dedicado a estudiar en los últimos años al delincuente violento de origen popular a través de la interpretación y análisis de sus vidas.


Para Moreno, interpretar la violencia que acontece en los sectores populares representa una forma de estudiar la realidad que se erige a su alrededor y que constituye su propia experiencia: "Yo vivo la violencia cotidianamente, a mí me han pasado tiros por la frente quemándome el pelo. Por una casualidad, hoy te lo puedo contar. Bueno, yo creo en Dios, de manera que estoy vivo no sólo por una casualidad. La violencia es lo que yo vivo cotidianamente, he visto morir a más de cincuenta muchachos en el barrio donde resido. Yo estudio la violencia que vivo cotidianamente".


Señala que ni la pobreza ni las condiciones de vida de los sectores populares son explicaciones de la aparición de la violencia delincuencial. Para él, ésta es una creencia anclada en gran parte de la opinión pública y debe ser desmitificada. "Quienes creyendo que para condenar radicalmente la pobreza es eficaz relacionarla con la violencia, a quien condenan en realidad es al pobre", dice. "La pobreza tiene que ser condenada y eliminada, pero por otras razones más reales, profundas y sólidas, no sólo por miedo".


Las que sí considera circunstancias fundamentales para explicar los niveles de violencia que vive la sociedad venezolana son, por una parte, la abundancia de armas en la calle y la facilidad para adquirirlas y, por otra, la debilidad del Estado para ejercer el control y el orden de las cosas. "No habrá salida a esta situación", dice, "si se mantiene el orden actual de las cosas. Habrá solamente paliativos. La violencia será un flagelo que irá aumentando y poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos. Quiero decir que esta situación va a crecer si no cambian las circunstancias en las cuales nos encontramos. No me refiero a la pobreza, sino a la presencia de armas en la calle, a la disolución y al debilitamiento de las instituciones del Estado, al abandono de las comunidades a sí mismas, al sometimiento de las comunidades a la acción de cualquier forma de violencia".


La presencia y proliferación de armas de fuego es un factor directamente relacionado al número de homicidios que ocurren en el país. Entre 1999 y 2006, el 86% de los homicidios registrados en la ciudad de Caracas se produjeron con armas de fuego. Según cifras que maneja la Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional, en Venezuela (unos 27 millones de habitantes) hay actualmente 12 millones de armas, entre legales e ilegales, en manos de los civiles.


Para Ibrahim, educador y promotor comunitario de una barriada popular caraqueña, las armas son un elemento vital para el delincuente. "La élite del malandro necesita y requiere las armas", explica. "Su poder depende de las armas y de los negocios ilícitos. El malandro a través de las armas consigue defenderse, atacar y mantener el poder en el barrio. En el barrio todos saben de armas. Para tener un arma, lo que hay que tener es dinero o voluntad para tenerlo. Andar en la jugada del malandreo o conocer la jugada. El malandro ejerce el poder en el barrio. Es el dueño del barrio".


Lo confirma el testimonio de Héctor Blanco recogido por la investigadora Mirla Pérez, del Centro de Investigaciones Populares: "Todo empezó porque también me sometían. Yo veía a las personas así, a los malandros, que los respetaban. A todos los respetaban. A mí esos chamitos me querían estar sometiendo, y me cansé. Me compré una pistola. A partir de ahí, me dieron una cachetada y le di cuatro tiros al chamo. Y a raíz de eso empecé a cometer bastantes homicidios". El equipo del Centro de Investigaciones Populares concluye: "Esa facilidad para conseguir un arma mortal es componente fundamental de la nueva forma de violencia de los más jóvenes. Un adolescente descontrolado con un arma es una máquina de matar".


En los últimos diez años, Venezuela ha contado con más de diez ministros del Poder Popular para las Relaciones del Interior y Justicia (ministerio encargado de la seguridad ciudadana). Los cambios de ministros regularmente implican sustituciones en los mandos medios y en el tren de directores.


La acción del Estado se ha caracterizado por la implementación de operativos coyunturales que, por su naturaleza, no mantienen una continuidad en el tiempo y resultan acciones de bajo impacto ante la proporción de la situación de la seguridad ciudadana, según Provea.


El propio presidente de la República, Hugo Chávez, manifestó durante la presentación anual de la memoria y cuenta 2009, ante la Asamblea Nacional, que los avances en el combate del crimen y la violencia han sido "modestos" y no dudó en destacar que la naturaleza del problema era de orden político: "Se ha convertido el crimen, la inseguridad, la violencia en uno de los más grandes enemigos de la Revolución Bolivariana, y no tengo dudas de que ese crimen y muchas de esas bandas criminales son preparadas, financiadas y apoyadas por la burguesía contrarrevolucionaria y nuestros enemigos internacionales, el imperio yanqui y sus lacayos". Paralelamente, Chávez anunció la puesta en marcha del Plan Integral de Prevención y Seguridad Ciudadana, orientado a estructurar una política de largo alcance que permita atender la seguridad ciudadana a través de siete ámbitos distintos de acción.


No obstante, estas nuevas acciones emprendidas por el Estado venezolano, que aparecen en escena después de muchos ensayos fallidos, pero que apuntan y se enmarcan en un claro esfuerzo por generar una transformación profunda e integral del aparato policial, judicial y penitenciario, no logran convencer plenamente a muchos especialistas. Roberto Briceño León mantiene una perspectiva crítica frente a las políticas oficiales en materia de seguridad. Señala que se han caracterizado por una ambigüedad en el mensaje y una discontinuidad en su implementación. "El incremento de la violencia en Venezuela", dice, "tiene que ver con la crisis institucional, el quiebro del tejido social. Consideramos que este es un quiebro que se ha dado fundamentalmente por la propia actuación del Gobierno. El Gobierno dice que el origen del delito es la pobreza. Pero también señala que ha disminuido la pobreza en el país. Entonces, la consecuencia lógica sería una disminución de los homicidios, y no ha sido así, sino todo lo contrario".


Sin embargo, apunta que la evidencia histórica y las experiencias comparadas indican que esta situación no es irreversible. "Hay razones para dejar de ser escéptico cuando hay voluntad política, una respuesta firme y clara, una decisión de fortalecer la norma y fortalecer a la sociedad, una voluntad de cooperar entre todos los actores de la sociedad y darle continuidad a las políticas públicas con independencia de las ideologías políticas", sostiene. "Esto lo encontramos en Bogotá. Durante más de una década existió una voluntad de controlar la violencia y mejorar las condiciones de la ciudad; allí se generó continuidad, y el acuerdo de la sociedad fue unánime. ¿Son Bogotá y Medellín un paraíso? No, siguen teniendo una tasa muy alta de homicidios. Pero ellos lograron controlarla".


Las imágenes de la violencia en Caracas testimonian su tragedia. A diferencia de las cifras, éstas no pretenden demostrar nada, tienen la virtud de mostrar. Representan fragmentos de la memoria transitando por su habitual batalla contra el olvido. Logran contener en un instante las fuerzas silentes del dolor, la rabia y el sufrimiento que produce la acción violenta. Nos dicen que hay rostros detrás de cada una de las cifras que dan cuenta de la violencia interpersonal.


Las imágenes que acompañan este reportaje, captadas por la lente de la fotógrafa Lurdes R. Basolí en su paso por Caracas, nos muestran las expresiones y sentimientos de esa humanidad prisionera por las fuerzas irracionales de la violencia con todas sus trágicas connotaciones. Pretenden expresar lo inexpresable, allí radica su dignidad y sensibilidad.


Estas imágenes muestran los rostros escépticos de una ciudadanía desmembrada por la autopsia de su cuerpo social inerte, que yace herido sobre el suelo víctima de la injusticia y la impunidad.


"Todos vamos a morir de tanto silencio", gritaba Mauro en la morgue de Caracas, desgarrado por la pérdida de uno de sus sobrinos a manos del hampa. Claro está, el peor flagelo de la violencia es el silencio y el olvido, así como sus correlatos la injusticia y la impunidad.


Para las autoridades gubernamentales, sin embargo, parte del problema es la amplia cobertura y divulgación de las cifras e historias de la violencia en los medios de comunicación nacionales e internacionales. En mayo de 2009, el entonces viceministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Tarek El Aissami (actual ministro de esa cartera), declaró a la Agencia Bolivariana de Noticias: "Aunque estamos reduciendo el índice de criminalidad y, con ello, el número de delitos, los medios, de forma irresponsable, han colocado en la opinión pública una sensación de que estamos prácticamente a la suerte del hampa y la delincuencia".


Una sensación de inseguridad que se alimenta de cifras que no pueden ser verificadas, de alambradas de púas, rejas, alarmas, carros blindados, horarios restringidos, garitas de vigilancia, plazas vacías, más rejas, más historias, más cifras, más muertes. Caracas es una ciudad archipiélago, discontinua. Una ciudad fracturada por duros y vertiginosos contrastes; una ciudad segmentada por límites imaginarios que secuestran la experiencia de su paisaje.


Caracas vive una guerra en la cual todos pierden. Nadie gana. Nadie gana nada en una guerra que consume cada año miles de víctimas. Caracas vive una guerra que no tiene nombre. Se trata de una guerra silente que muchas veces no se puede ver porque el encierro, producto del temor, permite a sus habitantes quedarse ciegos de tanto mirar en la oscuridad.




9.3.10

Trabajar también puede ser divertido

Si piensan, como yo, que trabajan en un cuchitril, prepárense para deprimirse aún más cuando vean las fotos de las oficinas principales de Google, Facebook y Twitter.

Definitivamente, el futuro está en las nuevas tecnologías. Echen un vistazo:

GOOGLE



TWITTER



FACEBOOK


PD: ¿alguien sabe cómo les puedo hacer llegar mi currículum? :)

Escuchar música incrementa la productividad


JOSÉ DOMINGO GUARIGLIA
La música incrementa, generalmente, la productividad de las personas, pues relaja a los trabajadores, los motiva y libera el estrés, uno de los factores que contribuyen a que esta productividad disminuya. Las empresas se han percatado de esta realidad y por eso han dispuesto oficinas más libres y llenas de música. Tal es el caso, por ejemplo, de las sucursales de Facebook y Twitter, donde los trabajadores disponen de acceso a consolas de música y reproductores mientras realizan sus labores.
Negarse a este contexto actualmente es un absurdo, si se toma en cuenta que, según un estudio de la empresa Logitech, ocho de cada 10 europeos escucha música en el trabajo. El mismo estudio, realizado en 2005, reveló que
24% de los trabajadores que escuchan música creen que con ésta incrementan su productividad.
De igual forma, un trabajo realizado por el gabinete especializado en diseño de oficinas Woods Bagot y publicado en Londres en 2006, afirmó que 22% de los trabajadores utilizan un lector MP3 en la oficina.
Son precisamente dispositivos portátiles como los iPods y los MP3, así como los servicios de radio online y las bibliotecas musicales en internet los que han reconfigurado los espacios aceptables para escuchar música. Hoy, la escuela o el trabajo se constituyen en lugares comunes para oír y compartir piezas musicales, con lo que se promueve el buen humor y el compañerismo.
Mantener alegres y motivados a los trabajadores es importante, puesto que así aportan mejores soluciones a los problemas laborales. De igual forma, generar un ambiente ameno puede sopesar la recarga de trabajo y disminuir el estrés, una de las principales causas de la disminución en la concentración de los empleados.
En el mismo orden de ideas, u
n estudio de 2006 en la Universidad de Sheffield, Reino Unido, sugiere que escuchar música en la oficina mejora la productividad y el estado de ánimo de los trabajadores, quienes adoptan actitudes más positivas hacia clientes y compañeros y pueden afrontar situaciones estresantes.
La importancia de este hecho radica en los efectos negativos que tiene el estrés sobre la vida laboral. Una persona estresada no se desempeñará adecuadamente en su trabajo, tal como lo demostró la investigación de la revista American Journal of Health Promotion, reseñada en enero de 2010, donde concluyeron que la mayoría de los empleados deprimidos tenía problemas como fatiga y falta de motivación.
De hecho, la doctora Linda Papadopoulos, que ha colaborado con varios programas televisivos, entre ellos el "Gran Hermano", considera que la música “puede convertirse en el peor enemigo del estrés” y que “los efectos positivos de la música relacionados con la parte emotiva, cognitiva e incluso física del ser humano, son una realidad”.
Cabe resaltar que estos efectos positivos de la música en la productividad se presentarán siempre, a menos que la persona no esté acostumbrada a recibir varios estímulos simultáneamente y se distraiga con la música, o escuche melodías que no sean de su agrado, lo cual le generaría tensión o rechazo. Vale recordar que en algunos trabajos se requieren niveles máximos de concentración y la música podría ser una interrupción innecesaria.

28.1.10

Los estudiantes vuelven a la calle


Desde el pasado lunes estudiantes de todas las universidades del país salieron a las calles para protestar por la salida del aire de las cableoperadoras locales del canal RCTV Internacional, el cual ya había sido sacado de la senal abierta en el 2007. Aunado a esto, se une el descontento de la población por la situación de inseguridad personal que se vive a diario en el país, así como el corte de los servicios básicos como el agua y la luz.


Vea a continuación las fotos de la represión gubernamental ante las manifestaciones estudiantiles y juzgue usted mismo:





Para más fotos y el seguimiento de los acontecimientos en Venezuela, visite http://www.twitter.com/jdguariglia

La primera foto pertenece al diario El Nacional. Las otras han sido obtenidas vía Twitter