Indignación, rabia, desesperación. ¡No al comunismo!

Elecciones3D

JOSÉ DOMINGO GUARIGLIA

Con el presente post -segundo de la serie Elecciones3D- no pretendo alejarme del tono periodístico que caracteriza a este blog. Simplemente apelaré al periodismo de opinión para dar mis impresiones sobre el proceso electoral desde la perspectiva de un votante opositor que pensaba que Venezuela no era masoquista ni roja rojita.
Durante los últimos 3 meses, Manuel Rosales se alzó como el líder de la oposición. Con sus defectos y virtudes, logró aglutinar a un vasto segmento de la oposición que quiere vivir en democracia y libertad, y construir un futuro de paz y oportunidades para todos.
Las últimas marchas fueron una demostración de la unidad del bloque opositor y de la fuerza del candidato. Entonces, ¿cómo es posible que Hugo Chávez, con 8 años en el poder, sin atender las necesidades básicas de la población con planes efectivos y a largo plazo, sino con opciones inmediatas e improvisadas como las misiones, superara el 60 % de los votos?
Confieso que cuando el CNE dio los primero números, comencé a gritar "fraude, fraude". No podía creer que Chávez obtuviera más votos que en el proceso electoral de 1998. Me preparé, entonces, para el discurso de Manuel Rosales. Sabía que había algo más, que debía existir un plan B.
Cuando el candidato opositor aceptó la derrota me di cuenta de que fuimos engañados, de que durante meses, e incluso ese mismo día, nos dijeron que éramos muchos, pero en un país donde las clases bajas (la mayoría) no han recibido educación adecuada, donde los políticos tradicionales se han dedicado una y otra vez a engañar al pueblo, donde unas clases privilegiadas son incapaces de pasar siquiera por sectores clase media como Plaza Venezuela y sólo se quedan en sus ghettos de Manzanares, Alto Prado, Prados del Este, etc., la gente no tiene la madurez política para votar con conciencia, para tomar una decisión útil.
Las personas instruídas de este país -una minoría a la luz de los últimos resultados- sabemos lo que va a pasar. Tenemos los conocimientos suficientes para comprender que cada día será más difícil revertir este proceso galopante hacia el comunismo.
Se habla mucho de la labor de los medios de comunicación y de los jóvenes venezolanos. Como futuro periodista de 21 años de edad, puedo hablar en nombre de ambos grupos. No les pidan a los medios de comunicación que sean objetivos. La objetividad no existe y menos en un país donde la democracia está en peligro.
Los medios (los verdaderos medios con función social y no los que se vendieron al chavismo) son garantes de la libertad y, como tales, siempre estarán de parte del sistema democrático y en contra de los regímenes dictatoriales.
Con respecto al segundo grupo, el de los jóvenes, puedo garantizar que haremos todo lo que esté en nuestras manos para preservar la democracia. Eso sí, si aquí se instaura de una vez por todas la dictadura comunista, no nos pidan que nos quedemos. La vida es muy corta y nosotros no tenemos la culpa de lo que las generaciones previas no pudieron ver y no supieron defender.
A esas generaciones les dejo la siguiente reflexión:

¿QUÉ PAÍS NOS HAN DEJADO?